Fueron tres asaltos a countries de Pilar en once días. La sucesión de episodios de inseguridad en los barrios cerrados marcó el inicio de la temporada de robos en los countries de la zona y provocó preocupación en los socios que se mudaron a dichos complejos para vivir más tranquilos y seguros. La Justicia investiga a dos bandas por su responsabilidad en dichos robos.Según un relevamiento realizado por LA NACION, los asaltos ocurrieron el 24 de octubre, en el country Pilará, en el kilómetro 56 de la Panamericana; el 1° de noviembre, en el barrio cerrado Club de Campo Lago de Manzanares, y el 5 de noviembre, en Estancias del Pilar, kilómetro 56,5 de la Panamericana. Los dos últimos robos fueron los más violentos y ocurrieron con 96 horas de diferencia en countries separados por poca distancia.El responsable de una empresa que trabaja para un barrio cerrado de la zona indicó que la sucesión de robos estaría relacionada con la época del año, cercana a las fiestas de Navidad y Año Nuevo, debido a que algunas medidas de seguridad se relajan y hay mayor movimiento de trabajadores por necesidad de poner las viviendas en condiciones ante la cercanía de la temporada de verano, cuando se ofrecen unidades para alquilar.Esa tendencia a los asaltos contra countries quedó expuesta no solamente en la zona Pilar, sino también en Exaltación de la Cruz, donde se registraron una serie de robos en barrios cerrados que se adjudicaron a la denominada “banda de la ruta 6″, llamada así porque la mayoría de los hechos de violencia ocurrieron en complejos situados en dicho corredor.“A las 20, uno de los custodios que monitorean las cámaras de seguridad advirtió la irrupción de un ladrón en el country. Además, una vecina y una empleada vieron al delincuente y alertaron al número de emergencias 911. En ese momento se aplicó un protocolo de búsqueda del sospechoso. El asaltante fue detenido doce horas después del aviso al 911. Llevaba un objeto punzante entre sus pertenencias. La inseguridad no da respiro ni en los barrios cerrados”, expresó el titular del Juzgado Nacional de Primera Instancia del Trabajo N° 35, Alberto Calandrino, vecino del mencionado barrio cerrado.Debido a que el asaltante fue sorprendido antes de que concretara algún robo, el caso fue considerado como tentativa y fue liberado al día siguiente. Además, en la policía el hecho fue considerado como una irrupción, no como un robo.El magistrado había sido víctima de un robo en 2021, cuando un grupo de asaltantes ingresó en su casa en el momento en que estaba con su hija, de 13 años, y su esposa. “No hagas la denuncia hasta dentro de dos horas porque tenemos que seguir robando”, amenazaron, hace tres años, los asaltantes que tuvieron privados de su libertad al magistrado y a su familia.Con respecto al nuevo episodio, fuentes policiales indicaron que al tratarse de una tentativa de robo, el sospechoso tuvo que ser liberado. Pasaron ocho días y se produjo otro asalto en un country en la zona. Según denunciaron los vecinos, el 1° de noviembre pasado, entre las 21.30 y las 22.30, un grupo de ocho asaltantes irrumpió en el Club de Campo Lago de Manzanares y asaltó a tres familias.A una de las víctimas amenazaron con cortarle un dedo y terminó con una fractura. Tuvo que ser trasladada al Hospital Austral. Otra de las víctimas fue golpeada y arrastrada por las escaleras de su casa hasta la habitación principal para que marcara dónde estaba la caja fuerte. A otros de los vecinos asaltados los mantuvieron retenidos y amenazados, a punta de pistola.El operativo en Estancias del Pilar y el traslado de los detenidos Reclamo de seguridad“Tenemos graves problemas de seguridad. Se trata de 180 hectáreas, un predio demasiado grande para tener control sobre él sin contar con una red de seguridad inteligente, bien estructurada y que resulte eficiente, que exige inversiones astronómicas que no se pueden solventar a través de las expensas; esas inversiones corresponden a la empresa desarrolladora que está en quiebra”, denunciaron los habitantes del mencionado barrio cerrado en un escrito presentado ante el juez a cargo de la quiebra de la empresa que comenzó con el desarrollo inmobiliario.Los vecinos solicitaron que se aplique el “procedimiento de venta directa” para que un desarrollador se haga cargo del emprendimiento y le aporte al country las medidas de seguridad necesarias que perdieron desde que el proyecto inicial quedó trunco.Los vecinos de Lago de Manzanares advirtieron en el escrito que el predio no cuenta con cerco perimetral, que las calles carecen de iluminación y que no tienen personal de seguridad.“Queremos poner de resalto con esta presentación ante el tribunal que los vecinos del Club de Campo Lago de Manzanares no soportamos más esta situación de absoluta inseguridad en la que vivimos sumidos, abandonados a la buena de Dios, en un barrio sin alambrado perimetral, sin personal de seguridad y sin luces en las calles, lo que lo convierte en una auténtica boca de lobo y un apetecible botín para delincuentes. No podemos permanecer impasibles mientras nos roban, nos golpean y ponen en riesgo nuestra vida y la de nuestras familias”, sostuvieron en el petitorio presentado ante la Justicia.Hasta el momento, los investigadores policiales no apresaron a ninguno de los ocho asaltantes que irrumpieron en el mencionado barrio cerrado y tomaron como rehenes a tres familias.Los delincuentes, que habían llegado en una camioneta, redujeron al joven que se encarga del control de ingreso de propietarios y visitantes y a la persona que recorre el country en auto como medida de prevención. Ambos fueron golpeados y reducidos por los delincuentes. Durante dos horas fueron privados de su libertad en el interior de la casilla de seguridad que está en el ingreso del barrio privado.Delincuentes peligrososCuatro días después, otra banda de asaltantes irrumpió en el country Estancias del Pilar para robar. Pero los delincuentes fueron descubiertos debido a que se activaron las alarmas. Hubo una persecución y tiroteo y un cinematográfico intento de escape de uno de los ladrones, que se arrojó a una laguna en medio de la neblina.Un efectivo de la policía bonaerense resultó herido en una pierna durante el enfrentamiento con los asaltantes. Tres de los malvivientes fueron detenidos, pero los investigadores de la fiscalía de Pilar y de la fuerza de seguridad provincial buscan al cuarto ladrón que esperaba a sus cómplices a bordo de un automóvil que estaba de apoyo.Antes de huir al advertir que llegaba la policía, el ladrón abandonó el automóvil Peugeot Partner blanca que usaba la banda para movilizarse. Dicho vehículo tenía pedido de secuestro activo porque había sido robado tres días antes en Avellaneda.Según fuentes de la investigación, los tres asaltantes detenidos tienen antecedentes por haber cometido delitos graves, dos de ellos cumplieron condenas en penales bonaerenses, mientras que el tercer sospechoso estuvo preso en una dependencia de la policía provincial. Dos de los detenidos, cuyos apellidos serían Ibáñez y Ríos, tienen domicilio en la zona sur, en Avellaneda y Guernica, y recorrieron más de 70 kilómetros para ir a robar en un country de Pilar.